martes, 4 de noviembre de 2014

Ambientes de aprendizaje.


Hola de nuevo.
Llevamos unas semanas sin publicar en este blog, pero hemos estado trabajando en las sesiones prácticas los diferentes ambientes de aprendizaje que pueden trabajarse en educación infantil.
A continuación, tenéis el resumen de un documento que hemos leído, y que refleja con claridad qué son los ambientes de aprendizaje y qué papel tienen los alumnos y los docentes en el mismo.
Esperamos que os sea de utilidad y que en estas breves lineas queden claros los aspectos fundamentales de los mismos.
Ambientes de aprendizaje: un recurso metodológico para el área de educación física.

El texto en cuestión nos establece los componentes básicos que debe tener una sesión de educación física organizada por ambientes de aprendizaje.
Los ambientes de aprendizaje no son más que una estrategia  más para trabajar  la educación  física en educación infantil.
La característica principal de esta metodología es que el alumno tiene libertad para decidir qué hacer en cada ambiente y cómo hacerlo. Dispone del tiempo que desee para permanecer en cada ambiente y sobre todo se pretende que desarrolle su creatividad  ya que de ella y de su imaginación dependerá el éxito del trabajo.
 Cuando trabajamos por ambientes de aprendizaje podemos establecer tres subdivisiones dependiendo del grado de autonomía del alumno, del establecimiento de espacios y de la organización de los materiales:

-       Ambientes definidos.
-       Ambientes semidefinidos.
-       Ambientes no definidos.

El trabajo por ambientes implica preparar un aula con diferentes materiales y espacios en los que se trabajen contenidos relacionados con la educación física como podría ser el equilibrio, el golpeo, lanzamientos… para llevar esta preparación a cabo necesitamos tiempo, así que debemos aprovechar al máximo posible todo lo que preparemos para economizar al máximo el tiempo empleado.

El trabajo por ambientes debe estar estructurado y secuenciado y debemos plantear unos objetivos, unos contenidos y unos criterios de evaluación para la sesión, ya que debemos tener claro qué queremos conseguir, gracias a esta actividad, con nuestros alumnos.

El alumnado será el protagonista esencial de esta metodología, siendo plenamente autónomo para llevar a cabo las actividades que desee en el tiempo que desee.
El profesor, por otro lado,  tendrá un papel pasivo que se limita a la mera observación una vez que ha explicado los ambientes de aprendizaje en los que se organiza el aula. Debe situarse al margen , donde pueda percatarse de todo lo que ocurra para la posterior evaluación de la sesión.
 En esta evaluación, que como hemos dicho se basa en la observación del profesorado, se tendrán en cuenta la participación, la motivación y la creatividad del alumnado. Se tendrá en cuenta el nivel de consecución de los objetivos y también las variantes didácticas que han surgido durante el desarrollo.



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